Y SI YO PUDIERA AMARTE

Y si yo pudiera amarte

yo quisiera amarte entera.

Sin dejar yo de besarte

ni un centímetro siquiera.

Te besaría los labios.

En principio, lo primero.

Y luego iría bajando.

Y luego iría subiendo.

Y luego iría sembrando

mariposas por tu cuerpo.

Hasta que tú sientas que vuelas

y escuchas,

el ruiseñor de mis sueños.

Hasta que tú sientas que vuelas

y coges,

estrellitas del firmamento.

Hasta que trémula tu carne

alcance,

la brisa fresca del venero.

  Hasta que tú sientas que la tierra

se confunde con el cielo.

Y en los humedales dejaré

semillas que llevo dentro.

Semillitas de miel y leche

que agarradas a tu vientre,

clavelitos y azucenas

brotarán como lo hace

del manantial la corriente.

Y en nuestro nido de amor,

querubines de dorados sueños

nacerán como las margaritas

cuando ya muere el invierno.

Y tú clueca de tanto amor

por esos hijitos nuestros,

los cubrirás con tu cuerpo.

Y les contarás para dormirlos

fantasías y bonitos cuentos.

Y luego,

todos quedaremos dormidos

cada cual soñará su sueño

hasta que al alba los gallos

hagan que despertemos.

Y entonces, mirándote a los ojos

que aún tienes soñolientos,

en tus labios virginales

estamparé un sentido beso.

Y sin decirnos palabras

ambos saltaremos del lecho

dando gracias a la vida

por tener lo que tenemos.

Unos hijos como soles.

Unos amores in crescendo.

Negación de los rencores

y el deseo,

de hacer siempre lo correcto.