Mujer...de la desvastadora pocíon de imágenes mías,
del sabor a fresias y la candidez de tus mañanas,
el olor a tu piel, que me produce la lozana
sensación de compartir, las cosas que ya sabías,
Mujer...mi alma perdura en tu pupila callada,
a cada mariposa que se sumerge en mis adentros
cual la divina eternidad de vagos intentos
resúmenes y sigilos de vertientes y miradas,
Mujer...mi paz en tu extensa pradera de nomeolvides
pactos silentes de las voces que nos envuelven,
finos terciopelos que a cada rato devuelven
el sopor de una tarde, en esos besos que pides,
Mujer...imagen y semejanza de tantos aditamentos
que sueles rodear con tus ojos mis pasantías,
si supieras mujer que hasta mi alma daría!
por gozar de tan solo uno de tus momentos.