En los obscuros, tortuosos,
laberintos del amor
se encuentran atrapadas
desde hace tiempo, ¡por miles!
las almas atormentadas
de tantos pobres humanos,
de aquellos enamorados
que, con los ojos vendados,
avanzan dando traspiés
por los angostos pasillos,
en busca de esa salida
llamada "felicidad".
Allí se encuentran, confusos,
derrotados, aturdidos,
cien mil amores perdidos
en su desesperación
porque en su gran ilusión
no fueron correspondidos.
Ahí encontramos, también,
amores equivocados;
los pobres enamorados
que dieron su corazón
a otros que, ya de antemano,
se encontraban ocupados
por una ajena ilusión.
No podrían faltar, incluso,
aquellos que, habiendo hallado
eco a sus sentimientos,
hoy padecen los tormentos
de un cruel y pérfido olvido;
amores que habían creído
en efímeros juramentos.
Ahí se encuentran incluídos
los corazones ingenuos,
ilusos, irreflexivos,
de aquellos que sucumbieron
a las palabras más dulces
vertidas en sus oídos
mas, llenas de falsedad.
Víctimas de la maldad,
están más muertos que vivos.
En los obscuros, tortuosos,
laberintos del amor,
con paredes tapizadas
de tantas desilusiones,
con sus angostas calzadas
de piedras ya desgastadas
(olvidos y decepciones)
deambulan con paso lento
las almas de los amantes;
ya muerto su sentimiento,
con su lúgubre lamento
de fantasmas trashumantes.-