Como el vuelo leve de una mariposa
Que pasa casi siempre desapercibida
Transcurre, a tu sombra, así mi vida –
Sabiéndote deseada y tan hermosa –
Adueñada de mis noches como la luna
Sabiendo que te amo como a ninguna,
Preso de mi soledad… fría y ansiosa.
Te paseas junto a mí, sin previo aviso…
Mi mundo se trastorna en un segundo
Y caigo en otro abismo aun más profundo –
A las anchas juguetonas de tu hechizo
Que cala mi cordura hasta mis huesos,
Que aun sin el elixir de tus besos,
Me hurta de mi Edén… mi Paraíso.
Y otra vez te vas tan de repente…
Con la igual casualidad de tu llegada,
Mientras mi alma va detrás, como imanada,
Y no puedo, ¡por mi vida! hacerle frente
A este corazón que desvaría
Esperando unir tu vida con la mía
Tras el sueño inalcanzable de tenerte.
Pero ni con despertar me garantizas
Librarme de este embrujo delirante
De verme entre tus brazos, como tu amante,
Sintiendo tus latidos y tus risas…
Y las noches interminables de deseo –
De susurros que confiesen cuanto te quiero
Atizados por la llama de mis caricias.