Yo nunca he tenido un regalo

Ni un saludo ni siquiera un abrazo
ni una cuota furtiva de felicidad
porque nunca me dieron razones
por las cuales estoy en abandono.
Mi pequeña culpa es estar en esta vida
provisto de escasas vestiduras
esos harapos que cubren mi cuerpo
con sus consabidas roturas.
Entonces miro a los otros
a esos niños afortunados, y digo:
¿serà posible que me invites a tu fiesta
y disfrute de tu alegrìa compartida?
Hay muchos sueños rotos en mi vida
sin testigos, ni vecinos
deambular ha sido mi rumbo;
ese ha sido el camino que he tenido.
¡Que serà de mis padres abuelo o tìos!
al final en el papel
soy simplemente,un niño en abandono
sin màs casa que la calle
y que otros han permitido.