Cuándo seremos dos?, una vez preguntaste,
sincerameente no lo se, este amor se esta convirtiendo en una película de amor,
que nunca se producirá,
nunca se filmará.
Nunca podré hablar,
nunca podré demostrar este amor.
Solo me queda el consuelo de escribirlo,
para que quede en el recuerdo,
lo que siente mi corazón sincero.
Siempre soñé bailar con mi Principe Azul,
una canción de Phill Colins,
muy abrazados, muy apasionados,
llenándonos de besos hasta no poder respirar.
Pero nunca sucederá, y tienes razón en enojarte,
Porque mereces que te engañe,
por los besos que no puedo darte,
por los abrazos que no puedo darte,
por las palabras que nunca diré.
Tienes razón en enojarte, porque esta pasión que siento por esos ojos azules, se clavaron en mi corazón y no puedo descifrar porque me tiene que pasar a mi.
Habiendo tantas chicas bonitas alrededor mío,
con cuerpos esculturales,
esperando que las valla a buscar.
Por qué no te enamoraste de alguna de ellas?
Dios mío porque me traes esta prueba,
tanto castigo debo merecer, que agovia mis sentidos, que avate mi alma.
Nunca podremos ser dos,
nunca nos podremos amar,
nunca nos besaremos,
nunca nos hablaremos.
Porque si intento acercarme,
no podre ocultar mis manos temblorosas,
no podré ocultar mi mirada,
no podré ocultar mi cuerpo,
no podré ocultar que te deseo.
Debo dejar de verte,
para no molestarte con mi presencia,
para que no te enojes con migo,
por los besos que no te di,
por los abrazos que no te di,
olvídate de mi nombre,
no me busques más,
por algo que nunca fue y pudo ser,
porque no quiero dañar tu corazón,
pero si quieres recordarme,
recuerda la ternura de mis ojos que fueron tan transparente cuando te sentí.
Yo recordaré la locura de tus ojos azules,
que se clavaron en mi alma.
Siempre estarás en mis poesías,
siempre estarás en mis sueños.
No puedo decirte adios,
tampoco voy a llorar,
por si algún día el destino,
el tiempo tirano que se rie de nosotros,
permite que nos encontremos nuevamente,
en algún camino sin querer.