Bésame, esculpe tu nombre en mis labios,
Acaríciame, delinea tu misterio en mi cuerpo,
Embriágame, con el néctar de tu albedrío,
Sedúceme, con la calidez de tu voz, en versos.
Bésame, hasta saciar la sed de ti,
Acaríciame, enlaza tu cuerpo al mío,
Embriágame, con la suavidad de un te quiero,
Sedúceme, con la fragancia de tu aliento.
Bésame, acaríciame por completo,
En el universo infinito de tu silencio,
Embriágame, sedúceme con la intensidad,
De tus palabras,
escritas en cada una de tus miradas.
Bésame, acaríciame, embriágame y sedúceme
En cada noche,
con ritos ardientes de amor y fuego.
En cada mañana,
con el silencio incandescente de tu mirada,
En cada tarde,
con la solemnidad de tu presencia.