Mi musa se ha dormido porque el mundo está triste,
mis versos están mudos,
mi rima se quebró,
la prosa está silente mientras mis pensamientos,
sólo tienen sentido cuando hablo con Dios.
El mundo está de luto porque sobrevivientes,
desesperados lloran, al no decir adiós; a los que se marcharon con prisa y agonía, sin otra alternativa a los brazos de Dios.
Mi Musa se ha dormido, porque el mundo está triste, pues se esfumó el abrazo, la risa, la ilusión,
las reuniones y fiestas, las citas, los domingos cuando nos acojian en Casa del Señor.
Tal vez esta lección nos haga más conscientes
de poder ser mejores,
de perdonar errores, de ser condescendientes, humanos, altruistas, piadosos y amorosos
¡en el nombre de Dios!
Ivette Hernández Más.
Abril 6 2020