He vivido triste desde los seis años,
buscando un cariño, buscando un amor.
Tantas ilusiones, tantos desengaños,
tantas esperanzas y tanto dolor.
Pero tú has llegado en este momento
y a la edad que tengo renace mi amor.
Ahora yo me siento feliz y contento,
estoy sin angustia, estoy sin dolor.
Mi destino tú eres, Helenita mía,
porquer eres alivio a mi soledad,
no más sufrimiento, no más agonía,
tu amor ha logrado mi felicidad.
Eres tú la dicha que tanto he buscado,
eres el latido de mi corazón,
eres el encanto que el Señor me ha dado,
de mi ser tú eres toda la razón.
Lágrimas del alma salen de tus ojos
al leer mis versos con tanta pasión,
quiero yo llenarte de rosas e hinojos
para que no sufra más tu corazón.