Las palabras tienen un reflejo impuro, y seguramente la pureza de su sentido no acepta a los interlocutores válidos, falacias o no, el estado de la vida aumenta día a día y supone paralelismos que uno imagina.
Estoy enamorado y aceptando esta premisa debo estar halagado que soy correspondido, en tiempo y espacio. En tiempo porque definitivamente el encontrarse supone una exactitud milimétrica y en espacio porque compartimos los recodos verosímiles, nada de virtualidad, nada de frases sueltas, estamos vivos y como tales vivimos este amor a veces prohibido y otras censurado, pero lo vivimos de cualquier manera.
Explicar como es ella resulta algo complicado, puesto que al descubrirla uno siente la necesidad imperiosa de volverla a descubrir, y asi sucesivamente, un feed-back contìnuo, por eso es capcioso explicar lo inexplicable, pero si existe una definición tangible diría que es LA MUJER!
Con sus defectos y virtudes, es la mujer que acaparó la centralidad de mi mundo, esté o no, es un detalle. Si alguien me hubiera dicho que el amor como ente regulatorio de las sensaciones existía, hubiese refutado esa afirmación en pasado, y tal vez hasta lo hibiese negado irremediablemente, pero en la mitad de mi vida debo aceptar que esa sensación tan llena de júbilo, alegoría, vivencia, existe.
Y al definirla diría que emancipa, libera, proclama, inmortaliza, vulnera, me puede, y hasta me hace sentir el hombre mas libre del planeta, solo escucharla me transporta, solo mirarla me paraliza, solo besarla me eterniza, y es dable entender entonces que el recorrido de sus mensajes, táctiles o no, es único e irresistible.
Menuda ciencia la del amor, hipótesis y tesis unidas, tácticas y estrategias concentradas, minúsculas párticulas de espejos, donde el alma se refleja sin candados, valga la redundancia, se encadenan , se unen, se lían.
Porque las palabras tienen un reflejo impuro, y seguramente el sentido puro del amor lo transforma en la expresión de cada latido que aún, estando invariablemente asumidos, juntos perforan las formalidades y tratan de alejarse mas no sea un instante, un momento, unas horas, de la rutina que quiere prohibir que dos almas viven su climax inmortal.