Escarbo mis silencios
buscando una razón que explique
por qué las flores se marchitan
o por qué nos cambia el tiempo,
pero sobre todo,
por qué no mueren los recuerdos
que lastiman al corazón…
¡¿Qué fue lo que sucedió?!
Si todo parecía un cuento
de esos que pintan al amor
como a una grata bendición;
si nada hacía pensar
que llegaría a tener tal final…
Y culpar, ¿a quién?
Si, al fin y al cabo,
por más que el dolor lo busque
no hallará un culpable verdadero;
si, a fin de cuentas,
el llorar es regla ineludible
del intrincado juego de vivir;
una lección necesaria de aprender,
irremediablemente cruel y necesaria…
W.P.
Lección necesaria del intrincado juego de vivir. Excelente poesia CORDOBES. Escarbamos y nos vamos adentrando allá entre lo profundo de nuestras vivencias y recuerdos. Que tengas un buen día felicidades por una gran poesía.