A veces el alma grita desesperada,
y las lágrimas son solo el reflejo
de un pequeño porcentaje que es nada,
del dolor que hoy siento y que me mata.
A veces el amor se queda en el olvido,
y se desgasta los "te amo" en vano,
cuando en verdad ya no se ha sentido.
Y el llorar tanto ya no es sano.
A veces el silencio es lo mejor
cuando quisiéramos gritar que nos amamos,
sin embargo, pasmados nos quedamos,
y ese sentimiento se convierte en dolor.
A veces el corazón queda destruido
y es el peor momento que uno puede sentir.
Porque la persona que juraba que amaba,
fingió, y solo odio se puede sentir.