No me parece correcto enumerar a la gente,
el grado de importancia en nuestras vidas,
a veces sin querer el error está latente,
somos el refugio de las causas perdidas.
Pero te juro que tu en mi corazón,
has logrado robártelo por completo,
en verdad has convencido hasta mi misma razón,
y eso que ésta es muy discreto.
Tu eres la número uno, la número uno,
pues te encuentras en mi alma ya estacionada,
ya te encuentro en la cena y en el desayuno,
eres ese todo, y también mi nada.
Tu eres la número uno, románticamente hablando,
pero empiezas a dominar mi sexo compartido,
mi cultura dormida, ya me ando enamorando,
de tus malditas manías y de tus ruidos.
Tu eres la número uno, mi mejor sueño,
la poesía que nunca he creado,
ya hay grado de pertenencia, soy tu dueño,
y estoy cien por ciento enamorado.