El frío se apoderó de mi día,
la palabra vaga quedó en nada,
jamás se ha ido la melancolía,
es fantasma de decisiones erradas.
Los recuerdos quedan estancados,
no se van por la puerta del olvido.
El dolor y la culpa me han atacado
para recordarme todo lo sufrido.
Esto no es un elogio a la belleza,
no es la poesía mas esperada;
solo es un grito en mi mirada
que esta llena de tristeza.
En verdad que me arrepiento,
en verdad que hoy soy sincero,
es mucho dolor lo que siento
y es por eso mismo que me muero.
Intento justificar lo que he sido,
si he sido malo o he sido bueno
nada de eso yo he distinguido,
porque de rencor me encuentro lleno.
En ciego y loco me he convertido,
en veinticuatro horas de dolor,
es un recuerdo que no lo olvido
que esta matando a mi amor.
Tal vez nadie sepa lo que siento,
tengo en el pecho una mortal herida
que me mata de arrepentimiento
y me recuerda al día mas triste de mi vida.