No llore Señora, no moje la mirada,
no moje sus penas, no nuble de repente
la puerta abierta, la viera usted cerrada,
la viera muy distante, de solo derrotada.
y de verse aniquilada, se muestra indiferente.
No llore Señora, la cuesta está latente,
si tuviese usted, la fe de mil montañas,
como limo en las rodias al verse desolada,
no sería su llanto, una espina en las entrañas.
No llore porque anhelo, se fuera de la herida
mortal a sus expensas, copiándose del alma,
creyéndola una amiga, le entrega usted su vida,
creyéndola una amiga, le da también su calma.
No llore por su pena, de verse sentenciada,
la vida es una sola y duele si se frena,
no aleje su alegría, más olvide su pena,
no llore asustada ni se vea preocupada,
deje de llorar, sonría enamorada,
no llore solamente, de haber cogido el Sida,
sonría simplemente, devuélvase la Vida.
Salutación a una señora con sida.
Mi hombro siempre estará a su lado.
LENIDAD DE VERSOS
EstertoR de AmoR
Febrero - 2008