Tristeza mía.
La sentencia de dolor que tu compartas,
la ocasión presurosa que te muestra atrapada,
no es nostalgia de amor que tus cartas
hicieron un proclive de ausencia en la alborada.
La mirada sola que va sin medida
a los brazos del ayer fugitivo y mal soñada,
no te harían reír, ahora que la herida
es espina impetuosa y forzada.
La pura cornisa suspendida sin hechizo,
no hiciera tu encono de un deliquio eterno,
como el más puro amor y el poema más tierno,
de parte en parte, bulto sobre el piso.
¡Nos viéramos sentados y ahorcando silencio!
con cada nudo, de tristeza en la garganta,
como todos al dormir, gritan con calma tanta:
¡A dormir humanos!, ¡Silencio silencio!
Tristeza mía.
LENIDAD DE VERSOS
EstertoR de AmoR
Febrero - 2008