DE ANSIEDADES HERIDO

"DE ANSIEDADES HERIDO"
Vacilante, indeciso, sin compañía,
solamente llevado por mis instintos,
enganchado a una fácil melancolía
y montado en las alas de fantasía,
voy hollando caminos siempre distintos.
A mis justos reclamos no respondía
el amor que marcara con sus bondades
la razón del anhelo que en mi alma ardía
y en violentos embates me perseguía
fabricándome un mundo de eternidades.
Siempre inquieto, intranquilo, desprotegido,
añorando el descanso tan necesario,
de ansiedades enfermo, loco y herido
como el hombre que sabe que lo han vencido,
me postraba de hinojos ante el Sagrario.
¡Qué mutismo! ¡qué magia la del Santuario!
Pareciera que el alma se desprendía
como el humo que escapa del incensario,
como el póstumo rezo de un novenario
donde a veces se mezcla la rebeldía.
En las flores que crecen en los jardines
me posaba como hacen las mariposas,
e imitando los ayes de los violines
o los claros sonidos de los clarines,
a mi Dios le cantaba desde las rosas.
¡Cómo hubiera querido ser como el ave
de volar majestuoso y desde la altura
ver el mar agitado y en él la nave
que ha extraviado su rumbo, que no lo sabe
y anda igual que mi espíritu, a la aventura!
Remontarme más alto, donde la estrella,
suspenderme como ella en el firmamento
y dejar mi energía lo mismo que ella
consumirse en el brillo que la hace bella
sin que mengüe su encanto, sin desaliento.
Ser, tal vez, como brasa de alma candente,
encendido, fogoso, ser una llama;
ser fogata en la noche, ser leña ardiente
y sentir cómo muere tan de repente
lo que a veces con tanto delirio se ama.
Ser, en última instancia, como esos mares
que se ignora por dónde tengan su centro,
donde innúmeras olas en sus andares,
de las manos tomadas forman collares
y danzando se lanzan del mar adentro.
Pero yo, vacilante y sin compañía,
solamente llevado por mis instintos
y sujeto a una fácil melancolía,
desplegando mis alas de fantasía,
sigo hollando caminos siempre distintos.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)