No he sido religioso en mi vida,
ni he divulgado mis pecados a un extraño,
a nadie culpo de mis heridas,
y a nadie le he hecho daño.
Nunca te he negado ante la gente,
tu sabes bien que en verdad creo en ti,
sé que eres un ser omnipotente,
por eso, esta noche, te invoco aquí.
Yo no se el porque de tus decisiones,
todo el mundo las acepta y el tema aplasta,
pero yo, esta noche, te digo que ya basta,
ante la cruz de tu hijo colocada en un rincón.
No te lloro porque no puedo llorar,
me duele el alma no poder hacer nada,
que una personita no podrá disfrutar,
de los rayos del sol en su mirada.
Dime el motivo del por qué llegar al fin,
si tu lo puedes todo, déjala vivir,
deja que su piel, pueda el aire sentir,
escucha mi plegaria, no seas así.
Este reclamo Dios, te lo hago sin temor,
a que me cobres la factura por la petición,
pero en verdad te suplico por favor,
a esa personita no le detengas el corazón.