Ha llegado el momento de tu adiós,
no es que te deje ir, te me vas,
como el agua entre las manos te vas,
y en esa misma desesperación estoy.
Ahora no puedo responderle
mil preguntas a este roto corazón,
como que se fueron todas mis fuerzas,
con decirte adiós.
En lugar de tu voz, solo silencio encontraré,
en lugar de tus risas, mi llanto invadirá
cada rincón de esta fría habitación.
Cada latido de este muerto corazón.
¿A donde irán mis poesías? no se donde estarás.
Las gritaré hacía el viento
esperando que este sentimiento
toque las puertas en donde tu te albergarás.
Y tus sueños, contigo se han de ir,
los momentos felices, no los veo pronto llegar.
Solo tristeza, y lo vuelvo a repetir,
no creo que sea fácil, nada fácil, vivir así.
Pero te dejaré partir, no te voy a detener,
me dejas soledad, te llevas mi respirar,
no diré nada, sonreiré, te puedes ir en paz,
pero después, no se que diablos pasará.
Y me quedará una vida que quiero evitar,
y que la lluvia, en mi dolor, borrará,
tantos momentos y tantos recuerdos.
Porque el mundo seguirá girando,
Aunque me canse de llorar