Se hunde el sol y yo estoy ensimismado,
cabizbajo, del mundo real ausente.
Soy preso de una sombra transparente
veo efigie irreal en el acantilado.
El ángel oscuro ahora es azulado
que ríe, y vocifera de repente,
desairado enseña un rostro insolente,
coreando cada uno de mi pecado.
El sol tumbado oscureció la orilla
el mar es ahora azulísimo trigal,
bajo mis pies ya no siento el pedregal,
fue elevándome el lucero que mas brilla.
El ángel oscuro no pudo conmigo,
desperté por la mano del Dios amigo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
Sublime....Amigo Noceda...Poca gente puede describír de forma tan certera lo que significa estar al borde del infierno y a la vez, del mismísimo cielo....Sea por la vivencia de la realidad con sus toques de metáfora o ciertamente por el producto de una noche en los brazos de Morfeo jeje....Lastimosamente no ha opción para puntarte, más sin embargo creo que un diez, (para comenzar a darte los honores) sería cruelmente desacertado ante tan extraordinaria pieza regalada...PD...No soy de los tontos aduladores de estos sitios...Pero si me gusta dar al Cesar sus impuestos, y quien corresponda....lo que le que quede ejjeje...Saludos desde Venezuela