Apenas ayer lo éramos todo,
Y dejamos de ser la poesía,
Que en nuestras vidas se escribía,
Se terminó nuestro periodo.
Dejamos de ser el amor de nuestras vidas,
Nos convertimos en apenas nada,
Como una dolorosa y solitaria mirada,
Que me lastima y hace heridas.
Dejamos de ser amantes y amigos,
Nos convertimos en recuerdos,
En donde solamente yo pierdo,
Porque ya no estaré contigo.
Dejamos de ser esa poesía,
Nuestros nombres ya no riman,
Si los escribo se enciman,
Hacen grises nuestros días.
Es que dejamos de ser poesía,
Nos convertimos solo en prosa,
Dejé de ser alguien y me volví en cosa,
Cosa que en el olvido moriría.
Mujer, dejamos de ser poesía,
Ya no riman nuestras vidas,
Escribiste en el libro de mis días,
La última de tus despedidas.