Fuerón muchos años
Los que estuvistes junto a mi,
Viviendo un mundo
Un tanto extraño;
Alimentando aquéllos sueños,
Que desde niño concebí.
Estuvistes conmigo
En el medio de aquellos tableteos,
Que como mortales cartas
Sin franqueos,
El enemigo casi siempre
Nos enviaba;
Ofuscados en su vana ilusión,
De coartar en mi la concepción,
Ignorando que era la voz
De todo un pueblo,
Que con resolución
Libertad y derechos
Me exigía.
Tu fragor claro y resonante,
Sonando aveces como carraspeo,
Me ayudó afranquear la sesenta
Y su macabra cortina;
Al final fuistes tu quién decidistes,
Y el derecho para decidir
Nos concedistes,
En camino tortuoso,
Que llegó a ser sinuoso..
Para que las futuras generaciones
Lo enmendaran.
Hoy que conmemoran
Casi veinte años,
De haber tu voz acallado,
Y fatuosos solo vanalidades
Gesticulan;
Escribo para ti
Esta humilde canción,
Por que sin ti
No se hubiese impuesto la razón.
A ti, mi fiel compañero,
Mi dulce amigo en la quimera..
Mi fusil,
Fresco fruto de campiña.