El amor se sitió en nosotros

Sé la razón y la diferencia de este amor elemental,
va abriéndose paso porque es un real sentimiento,
serenamente va en pos de un destino cierto.
Ajeno de agravio porque a la clara es fundamental.
Los testigos observaran como algo prodigioso,
poco a poco a la medida del tiempo que requiere,
no habrá duda del logro, ni de este dulce querer.
A ciencia cierta se plasman asía un porvenir venturoso.
El amor se sitió en nosotros mismo como testigo fiel,
del cariño verdadero que atina a preludio comedido,
y en la cual ya se deleita nuestro mas agudo sentido.
En su habita natura y se adentra mas allá de nuestra piel,
condominio de los dos, que garantiza su permanencia. La endecha amorosa ahora suspira por la consecuencia.