Me duele mucho el alma mía,
la suerte ha decidido abandonarme,
recién que comenzaba este día,
veniste y decidiste terminarme.
Es la vigésima segunda despedida,
apostaba de que no y ¿quien la esquiva?
y el golpe me ha abierto una herida,
y esta en verdad, es la definitiva.
Yo se que tu te mueres por no irte
pero te incomoda, el ser como yo he sido,
y no te queda mas que despedirte
y llevarte los recuerdos al olvido.
Me duele la vida, me duele el corazón,
me dejas enredados el alma y la cabeza
me duele tu adiós, y el haber tenido la razón
y es el final, aunque me muera de tristeza.