Hoy no he venido a decirte, te quiero,
Ni tampoco habre de hablarte de amor;
Solamente, mirarte yo espero,
Y embriagarme con la suave melodia
De tu voz.
Tus ojos se tornan como el cielo,
Que cuando me miran,
me invitan a volar;
Serenos, se vuelven mi anhelo,
Y acompañados por tu sonrisa..
Me hacen suspirar.
Tus cabellos mecidos por la brisa,
Tu rostro me invitan acariciar;
Y al apartar de tus labios , algunos,
Cual pecado concebido..
Me incitan a besar.
Lentamente bajo mi mirada,
Pues al saberme por ti descubierto,
Por completo me llego a turbar;
Mas de inmediato veo tu blusa semi abrochada ,
Y al saber que no tienes reparo,
Tus senos, quiero besar.
Con mis brazos rodeo tu cintura,
Y aceptando que sin ti, ya no puedo;
Por desvestirte lucho con denuedo,
Y sin mesura , te vuelvo amar.
Hoy no he venido a decirte, te quiero;
Pero fracase de nuevo en mi esfuerzo,
Y al final lo tuve que hacer.