La naturaleza y la sociedad

Mientras acababa de despertar como ave cantando su línea en las continuas albas
Sentí como las brisas de un amanecer no muy común llenaban con su fría pero delicados vientos pasibles mi rostro y el rostro de las masas que rodean esta progresiva y a la vez impasible sociedad
Los ríos corren como lobos voraces que cambian de rumbo cada inciertos días
Y los vientos siguen al ritmo de los lobos hasta los próximos e impredecibles ocasos
Donde durante un prolongado tiempo cambia de rumbo a unos mansos
Caudales que con ellos variadas formas de indescriptibles criaturas
Mientras la sociedad nos moldea a modo de esculturas
Seguimos al pie de la letra profundos sueños con fantasías
Que forjamos en y plasmamos en estos diferentes ecosistemas
Que varias cada cierta ocasión como el rumbo de las impredecibles olas
Día tras día vagamos en distintos rumbos que nos guía el destino deseando
Encontrar el más propicio y anhelado un lugar llamado eterno paraíso
Un lugar celestial dónde nuestras percepciones busquen el sentido
Adecuado y perfecto como el canto hipnotizante de una sirena
O la belleza abrumadora de una ninfa que espera pasiblemente
El ocaso que pasa contemplándola con una admiración casual y las flores
La aguardan cuando llegue la hora de su sueño se cierren esperando su sutil
Despertar hasta el terminar el día vigilando el impredecible rumbo que muestra
La vida pasando por sus cada vez impactados sentidos.