Me es difícil

Me es difícil
enhebrar el burdo hilo
de mis enmarañados pensamientos.
Ellos se rigen por torpes sentimientos
que erizan mi piel
y desbordan mi sangre.
Y me gustaría poner paz, orden;
pero sigo estímulos primarios
encajados en tiempos horarios:
En sonreír cuando se es joven
o fruncir el ceño cuando uno ya no lo es.
En conectarse a la vida
o en saber desconectar funciones.
La vida, esa hebra que quiero conseguir,
parece perdida en una descomunal máquina
de la que sale dolor e injusticia
y creo que en todo caso no debe estar allí.
La vida podría estar
en el placer que obtenemos
mediante el pago en moneda de cambio.
Y puede que también esté en colores y formas sensitivos
como el aroma de la flor de azahar,
pues le hace brillar
los ojos a mi bella amada.