Mi madre en silla de rueda alada

Para ti Auristela Bracamonte de Camacaro, 83 años, 8 años encamada con un fuerte ACV. Artesana de Nirgua, Yaracuy, Venezuela Mi madre me acaricia con mirada de niña buena, habla sin tan siquiera una palabras. Mi madre cuando despierta, cuenta en su reflejo cuántas cosas ya soñadas. Sin palabras, solo su dulce sonrisa insonora. Mi madre cabalga sobre una silla de rueda alada es su corsel cual pitonisa acabada de bañar. Mi madre cual doncella en su cama clínica, sin ser un trono digno de la reina que siempre ha de ser. Su corona es blanca nieve quién la refresca y entre cana y cana patinamos nuestros besos. Mi madre ya no habla, canta y entona dulces melodías de azafrán, sólo con sus expresivos ojos, quienes bendicen con sus risas y cantos a sus seis hijos y tantos nietos, la amamos aunque unos cuantos de ellos con ella no estén. Mi madre es mi reina, mi alma viva, mi gloria de amarla es tan grande y yo lo sé. Ella me mira, sin hablarme me acaricia, la disfruto y la cuido mientras a mi lado ella esté... Te amo y te bendigo y hoy te digo gracias por estar, cuando ya decidas marcharte seré feliz de haberte conocido y haber tenido la mejor y más hermosa mamá. Eres reina mi doncella continúa cabalgando en alada silla que tus hijas seguiremos empujándote hasta que quieras y puedas estar, tu alma es libre, es pura, estaré en la vida amándote y cuidándote hasta un nuevo amanecer. Feliz día de las madres... Yaracuy-Venezuela