mientras desvelas, mi sangre se hiela

Mi sangre se hiela
mientras tú me desvelas
al muerto que vive
en tu mente
Y así me lo advierten
tus ojos ardientes
que hablan de él,
incansablemente.
Mis celos son mudos testigos
de tus sentimientos,
recuerdos que jamás has perdido
de aquel te hizo gozar.
Bautizando como ‘amor’
lo que fue pura pasión.
Lo bañas, lo adornas,
y el cuento te queda fatal.
Y yo, como loco,
me como mis mocos
queriendo borrar
lo que nunca podrás olvidar.
Barnizas recuerdos
como algo espiritual.
Más ambos sabemos
que fue atracción fatal.
Que fueron dichos los cuerpos.
Más ambos sabemos verdad:
Orgia de instinto animal.
¿donde nos queda el amar?
Rebajas los tiempos
y las ocasiones
queriendo quitar importancia
pues no me quieres dañar.
Segura, pues te vuelves muda.
Trastocas y bailas momentos
ardientes diciendo que fueron
ausentes momentos de charla.
.Y quien se resiste
a tamaño ejemplar:
Tan hombre, tan alto.
Un gran militar.
Sus ojos, su porte cabal,
su presencia masculina,
inteligencia y urbanidad.
Argumentos te sobran.
Qué bien justificas que era normal
lo que fue inmoral.
A eso se llama fornicar.
Y no hay más.
Y así, con esa franqueza
Podías hablar de tantos
Que fueron amantes ó más.
¡cuanto te alejas cada vez mas.
Hablas de lo más injustificable
Haciendo de tus amantes
Los reyes del Gran Lupanar.
Para mi es impresentable.
Mientras duermes no adviertes
que mientes, que ahora conviertes
lo que fue mi tesoro
en un recital popular.
Y así, dando excusas, abusas
de mi, inocente, creyendo valiente
que eras mujer transparente
que rima con veinte
pero fueron más
pues solo mentabas
los más conocidos
del clan familiar.
Qué triste sentir nuevamente
que soy uno más
entre tanta gente.
Todo por preguntar.