Tras especial y cruenta batalla,
Ante un cuadro de sangre y desolacion,
Llorando,Eialiel se encontraba compungido;
Preguntandose por que la maldad al hombre
Asi entalla?,
Y ajeno a toda bondad del corazon,
Pareciese que la razon
En este mundo nunca hubiese existido.
Miro al cielo furibundo,
Tratando de encontrar en el una respuesta,
Pues todo aquello le parecia nauseabundo;
Y asi,poco a poco, fue bajando su ballesta.
De pronto sintio sobre su hombro,
Posarse una mano de conzuelo,
Que le hizo ver,
Que aquello que ahora es solo un escombro,
Habra de ser reconstruido con amor
Y anhelo.
Inquieto volvio hacia arriba su mirada,
Y a su lado, el Arcangel Gabriel
Con infinito amor le sonreia;
Y en sus ojos encontro una respuesta dibujada,
Que suave como un susurro,
A su alma asi le decia :
Todo aquello que en este plano parece destruido,
Conforma ahora una parte
De lo que habra de ser el paraiso;
Y si DIOS todo esto ha permitido,
Es por que el verdadero amor no es impuesto,
Si no que debera entregarse por voluntad propia,
Con fe, y un espiritu sumiso.