No me baso en tragedias ajenas,
todo lo he vivido en carne propia,
me duelen mis arranques y mis penas,
tanto como me duele tu ausencia.
Es difícil abstenerse a la opinión,
la palabra indiscreta nos ha de llegar,
sin embargo, no es que tenga la razón,
pero prefiero callar que hablar.
Quisiera estar en donde muchos pisan,
y así comprender sus malos ratos,
pero cuando es al revés, no piensan,
porque no se ponen en mis zapatos.
Es tan fácil hablar por hablar,
y sin hacer nada para remediarlo,
mejor hay que dejar de parlotear,
y el camino hay que caminarlo.
No pido justificación a lo que he sido,
nadie sabe lo que yo soy,
prefiero ir mirando a donde voy,
que lamentarme de algo que nunca he podido.
Porque así soy, porque así eres tu,
porque la individualidad reina en el mundo,
es que el cielo por las noches no es azul,
es que somos tan iguales en nuestro ser profundo.