Lo acepto, siento tanta envidia,
de ver como son felices muchos,
esto fue lo que provocó la desidia,
de no hacer nada por nosotros.
Siento envidia de sus carcajadas,
de su canto, de sus ratos,
de la manera en que chocan sus miradas,
y de sus instantes, todos gratos.
Envidia de no ser el perfecto,
el caballero de estuche de oro,
porque ninguno de mis defectos,
provocan en tu sentir algún añoro.
Envidia porque siempre están juntos,
mientras yo me quedo en la distancia,
envidia me opaca mis sentimientos,
y me recalca de mi alma su carencia.
Envidia no es un bello sentimiento,
pues nunca es buena, siempre es mala,
si te digo que es linda, yo te miento,
pues la envidia me ha cortado mis alas.