Sonata en fa bemol para canario y orquesta

¡Qué divina canción! ¿De dónde viene?
Mirad de qué manera la percibe
el alma que extasiada la recibe
y no sé qué de santo encanto tiene.
¿No la escucháis acaso? La Selene
se regocija y hasta se cohíbe
y a las estrellas todas les prohíbe
-a riesgo de que alguna se condene-
que hagan escándalo. ¡Cuán tierna brota
esparciendo su dulce melodía
como el humo que exhala el incensario!
y parece que lleva en cada nota
algo de triste y de melancolía
Así suena en mi casa mi canario...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC