Tu sexo mio

Tu sexo...
Mar embravecido que aguarda mi llegada
para mitigar en parte su agitación interna,
profundidad extrema que me lleva al éxtasis,
nítida imagen que se adentra en mi mente
cual sutíl alimento de este ansia constante
que absorbe el efluvio que emana del alma.
Tu sexo...
Correspondencia de un sentir profunddo
expresado a solas, aqui en la distancia,
cuando hasta mí llega tu gemir sufrido
demandando un amor apenas logrado;
gritando al silencio con trémulo acento,
buscando la senda que lleva hasta el alba
el puro sentir de las amargas noches
sabiendonos lejos y, aún asi, cercanos.
Tu sexo...
Pilosidad externa donde mi ojo se recrea,
convergencia anímica con mi mirada,
tacto que estremece mi cuerpo y mi alma,
ardorosa llama que quema mi deseo
cuando, pulsado por mi sabia mano,
se agita convulso, bañado en el llanto
de un sentir interno que brota ligero.
Tu sexo...
Acolchamiento grato donde mi deseo reposa,
laberinto mágico donde sumerjo mi ansia,
complemento anímico de mi sentir profundo
al notar tu carne unida a mi carne tuya
cuando, a solas, enlazados al recuerdo
establecemos contacto con solo el silencio
de calladas voces que emanan del alma.
Tu sexo...
Punto final de una canción de amor
iniciada en el candor de tu mirada,
en tus ojos, en tu boca sonriente
que me besa sin reserva, enamorada,
en tu pecho enardecido por mi pecho
y en tu vientre estremecido cuando nota
el tenue contacto de mi sexo en tu sexo
cual final de un trayecto comenzado
en el roce de mi cara contra tu cara.
Tu sexo...
Florecilla sonrosada que se abre con mi beso
en el suave despuntar de una tardía primavera,
tierra fértil donde cultivo mi sueño de amor,
tesoro adormecido por mí redescubierto
trás árdua búsqueda de un sentir gemelo...
¡Ah, niña, tu sexo!..., sediento de caricias mias,
despierto al fin trás la larga espera
de una voz, que al igual que a Lázaro,
le diga...: Estoy aqui, amor. ¡Levántate y anda!