Te extraño desde hace tantos ayeres,
Exactamente desde tu partida,
Te extraño así como tú lo prefieres,
Porque bien sabes que eres mi vida.
Esta costumbre tan extraña de extrañar,
Cada centímetro de tu cuerpo desnudo,
De imaginármelo con la necesidad de amar,
Volverte a tener aquí… lo dudo.
Extraño cada palabra que tu boca,
Dejaba escapar para hacerme feliz,
Esos labios que en el amor provoca,
La necesidad de tenerte aquí.
Extraño aquella rosa cubierta de espinas,
Aquel amor que sentías, extraño esas tardes.
Te extraño y no precisamente como te lo imaginas,
Sino perfectamente como tú lo sabes.