Una emoción natural

Siento que escucho algo muy profundo,
Que finjo una razón a partir de un momento,
Para ser mas rápido y encontrar en cualquier lugar
La lealtad de un corazón puro.
Sólo quiero extender la mano, y sacar lo que tengo
En el cajón guardado; ese papel sellado
Por un lagrimal ya pasado
Que endureció el agua hasta convertirlo
En sal de roca.
Y no te pregunto, disimularé que disfruto de verme en el espejo,
Que mis sonrisas son más alegres
Cuando nacen de la boca.
Porque en este momento, quiero salir por la puerta
Y perderme por las aceras de otras ciudades,
Ser como una roca; tan inerte que el viento choca.
Tener un aspecto descuidado. Vivir en estaciones,
Y cambiar de vagón cuando la vida me reproche.
Quiero ser una variedad de experiencias,
Y que no sean ni exactas ni perfectas.
Quiero ser un hombre, con un deseo más profundo:
Ser un niño que la gente quiere, ser un niño elegido,
Que puedan coger de la mano, darle un abrazo,
Y dormirlo contado cuentos mientras aún sea niño.
Todo resulta más difícil. El amor y el temor,
Esa dualidad que lo convierte en emociones.
Incluso el temor es fruto del amor,
Y el amor pueden ser elecciones
Que viven en conflictos con el interior.
No es poco que mi cuerpo desee una cosa,
Mientras busca otra, busca entre un mar de peces,
Un coral que combine con los colores
Que decoran este puente; entre el amor y el temor.
Y al final, sólo hay una realidad, que lo expresa,
Una ira que no es correcta,
Se ha iniciado en guerras y han caído naciones,
Todo debido a la cólera,
Que abusa de los adultos, Y me hace llorar toda una vida.
Sólo quiero andar, unos metros más allá,
Sentir la tristeza mientras camino,
Y permitirme parar cuando el camino se incline.
Poder descansar sobre los hombros del celo
Y quitarme los zapatos, cuando una herida
Anegue de sangre mis pies.